Ayer tarde noche, se inauguró mi exposición
individual en el pueblo donde he ejercido mi profesión de maestra, durante 24 años.
Han pasado por mis manos, un montón de generaciones de alumnos, que recuerdo
con gran cariño. No estaban todos, por supuesto, pero sí, representaciones de
algunas generaciones, de los más mayores, hasta los más recientes, en edad ya
adolescente. Me encantó poder expresarles el simbolismo de mis palomas, y
alentarles para que sigan ellos también su vuelo.
También estaban allí mi familia, mis queridos
amigos, pintores y no pintores, entre ellos, mis compañeros de la Asociación de
artistas plásticos de El Campello.
A todos les digo “ GRACIAS “ por acompañarme. El
ambiente que se respiraba era sano, sincero, y sobre todo….cercano. Que es lo
que más valoro.
Pere Reig, Técnico Cultural Municipal, del
Ayuntamiento de El Campello, se encargó de la presentación del acto.
Y como ya es costumbre en todas mis exposiciones,
suelo conjugar el color, la música y la palabra.
Yo leí una poesía que se titulaba “LA JORNADA”.
Mi hijo Sergio, junto con su amigo Jose Segura,
guitarristas virtuosos, nos deleitaron con dos piezas impresionantes:
El canon de Pachelbel y La noche de Halloween.
Mientras salimos a ver la exposición, ellos continuaron tocando .
Y a mi marido Alberto, al que le debo toda la
organización, logística, fotografías
etc, etc. y que es una parte muy importante en cada una de mis
exposiciones, le dedico toda la luz y el color de mis cuadros .
